Revista Tecnoaqua I 10/17

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De plan en plan y tiro porque me toca

Dice el refranero español que ´cada maestrillo, tiene su librillo´. Su aplicación en el sector del agua no es baladí, si a las inversiones en el ámbito del recurso hídrico durante la última década nos referimos, así como a las diferentes personas que han ocupado las carteras de los últimos ministerios de medio ambiente, creando casi todos ellos plan tras plan, y tiro porque me toca. Todos recordamos el Plan Nacional de Calidad de las Aguas: Saneamiento y Depuración 2007-2015, que incluía el llamado Programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua). La inversión prevista del plan por parte del Gobierno de turno (en este caso PSOE con Cristina Narbona al frente de Medio Ambiente) era de 19.007 millones de euros, colaborando con las administraciones territoriales en el desarrollo de sus actuaciones. También tenemos en la memoria el Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia (Plan CRECE), ejecutado desde 2015 por el ya desaparecido Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) para mejorar la calidad de las aguas. En este caso, el plan preveía unas inversiones en materia de depuración de 1.200 millones de euros para la puesta en marcha de una serie de actuaciones, cofinanciadas con Fondos Europeos, destinadas a conseguir que todos los municipios depurasen adecuadamente sus aguas residuales conforme a la Directiva Marco del Agua, ya que un agua mejor depurada incide directamente en el bienestar de los ciudadanos y es vital para el mantenimiento de los ecosistemas. Ya era con el PP al frente del Gobierno e Isabel García Tejerina como ministra

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De plan en plan y tiro porque me toca

Dice el refranero español que ´cada maestrillo, tiene su librillo´. Su aplicación en el sector del agua no es baladí, si a las inversiones en el ámbito del recurso hídrico durante la última década nos referimos, así como a las diferentes personas que han ocupado las carteras de los últimos ministerios de medio ambiente, creando casi todos ellos plan tras plan, y tiro porque me toca. Todos recordamos el Plan Nacional de Calidad de las Aguas: Saneamiento y Depuración 2007-2015, que incluía el llamado Programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua). La inversión prevista del plan por parte del Gobierno de turno (en este caso PSOE con Cristina Narbona al frente de Medio Ambiente) era de 19.007 millones de euros, colaborando con las administraciones territoriales en el desarrollo de sus actuaciones. También tenemos en la memoria el Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia (Plan CRECE), ejecutado desde 2015 por el ya desaparecido Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) para mejorar la calidad de las aguas. En este caso, el plan preveía unas inversiones en materia de depuración de 1.200 millones de euros para la puesta en marcha de una serie de actuaciones, cofinanciadas con Fondos Europeos, destinadas a conseguir que todos los municipios depurasen adecuadamente sus aguas residuales conforme a la Directiva Marco del Agua, ya que un agua mejor depurada incide directamente en el bienestar de los ciudadanos y es vital para el mantenimiento de los ecosistemas. Ya era con el PP al frente del Gobierno e Isabel García Tejerina como ministra